Airbnb: una nueva forma de planificar tu viaje

Siempre volviendo a cosas que ya compartí sobre experiencias propias, varias veces repetí que no es necesario tener una fortuna ni gastar un montón de plata para poder hacer un viaje. A medida que pasa el tiempo, las alternativas y el acceso a la información cada vez son más, lo que facilita mucho el trabajo para aquellos que quizás tienen un poco menos de experiencia en eso de planificar sus propias escapadas o vacaciones.

Después de buscar un vuelo barato, un pasaje de bus o de tren, alguien que nos alcance a algún lado, el tema está en cómo hacer para gastar lo menor posible en un destino, sin pasar restricciones ni malos momentos. Fue entonces cuando una página llegó a salvar la vida de aquellos que a veces hacemos un viaje aunque estemos complicados con el presupuesto: Airbnb se volvió un sitio casi indispensable a la hora de chequear cuál es la forma más conveniente de alojarse.

Aunque muchos habrán oído ya hablar del sitio, explicar el concepto de Airbnb es bastante simple: alojamientos alternativos a los que vemos en cualquier sitio de reservas hoteleras (como pueden ser Booking y Despegar). Muchos sitios ya han incorporado esta modalidad de rentar apartamentos o alojamientos que no son necesariamente hoteles, pero Airbnb le da una pequeña vuelta de tuerca: básicamente, se puede conseguir de todo, desde una habitación compartida en una casa de familia o en un hostel, hasta un departamento completo para viajar con toda la familia. La web tiene un formato muy amigable, con un filtros que nos permiten no solo poner las fechas y la cantidad de húespedes, sino también si queremos una habitación compartida, una departamento o casa enteros o una habitación privada, además de cierto tipo de servicios como pueden ser admisión de mascotas, de fumadores o, en el caso de otros países, que el anfitrión hable nuestro idioma.

Todavía mucha gente desconfía de estos sistemas, que no nos dan el respaldo de un hotel de hace años o un hostel que cuenta con los reviews de cientos de viajeros en TripAdvisor. Sin embargo, Airbnb tiene su propio sistema de ratings y nos permite ver el puntaje que tiene una propiedad y los comentarios de las personas que ya se alojaron en dicho lugar. Lo bueno de este sistema además es que hay muchas opciones con grandes ubicaciones, por la que hoteles nos cobrarían una fortuna. A veces, por ser habitaciones compartidas, podemos estar en un lugar maravilloso como puede ser enfrente de los Jardines de Luxemburgo en París, por la módica suma de 219 pesos la noche (algo que en la capital francesa es bastante difícil de encontrar).

Hay algo que particularmente quiero destacar, y es esa falsa creencia de que este sistema es solo válido cuando viajamos al exterior. La oferta de Airbnb en Argentina (y en países vecinos) es muy alta, y amplía mucho el rango de opciones a la hora de conocer el país, tomarnos unas vacaciones o simplemente irnos por el fin de semana. Hace poco hablé con un conocido que me decía lo siguiente:

Dos veces utilicé Airbnb. La primera fue en Chascomús y la segunda en Mendoza. Las dos experiencias fueron buenas aunque muy distintas. Esto se debe a que en Airbnb, además de encontrar publicaciones de familias ofreciendo habitaciones, casas, departamentos, también es posible encontrar hostels, posadas, etc. Justamente esto último reservamos la primera vez. Como encontramos el contacto de la posada en Facebook la reservamos por Airbnb, pero la experiencia se cuenta.

La plataforma te da la posibilidad de contactarte con el que ofrece la propiedad para despejarte alguna duda o consultar lo que desees. La primera vez fuimos a una posada que nada tiene que ver con compartir una casa/departamento con una familia o con otras personas. Pero Airbnb nos dio la posibilidad de contactarnos con el lugar

En Mendoza, alquilamos una habitación por un par de días. El resto de las habitaciones estaban ocupadas, una de ellas por la dueña de la casa. Una mujer amable, con buena reputación por los usuarios previos (gran motivo de elección), que en la estadía siempre estuvo muy predispuesta.

Una de las cosas que más me gustó de reservar por este medio fue la flexibilidad respecto a los hoteles. Por lo general, estos tienen un horario de check in y check out, mientras que acá puede ser pactado con el dueño (incluso cuando algunos no son tan flexibles). Otro punto favorable es la oportunidad de compartir una comida con otros turistas que pueden ser extranjeros, algo que siempre da un plus a los viajes.

Siempre comparando con un hotel (ya que los días previos nos hospedamos ahí) la posibilidad de acceder a la cocina y al lavarropas libremente es genial. Muchas veces pasa que estando en un hotel no queda otra que comer afuera en un restaurante, bar, etc y el gasto se duplica. En nuestro caso la dueña nos dejó un espacio en la heladera únicamente para nuestro uso y nos marcó el área pública (dónde había mermeladas, aderezos, pan, etc). “

Coincido en que la experiencia se trata un poco de eso: de tener más libertad que la que nos dan los hoteles, un contacto distinto con la ciudad que visitamos, además de comodidades y reducción de gastos que quizás no podemos evitar en un hotel. Ese es el objetivo de Airbnb: “descubre cada destino como un habitante más.”

Si no saben qué van a hacer este verano y quieren un viaje gasolero, quizás sea una buena idea empezar a buscar pasajes o ver quién pone el auto, y darle una mirada al sitio de Airbnb, que tiene muchísimo para ofrecer desde un lugar completamente diferente. Haciendo click acá y registrándote desde mi perfil, además, conseguís un descuentito de $600 pesos argentinos para arrancar tu viaje (en reservas superiores a $1.100). ¡Y a viajar!

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