Escapada a Santiago de Chile

Barrio Las Condes - PH: Daniela Coccorullo
Barrio Las Condes - PH: Daniela Coccorullo

Los pasajes que hoy en día ofrece Latam a Chile son una opción barata para conocer otro país. Viajé a Santiago de Chile sin otra ansiedad o expectativa que la de conocer un lugar nuevo. Generalmente, para mí basta, pero me gusta cuando las ciudades y los destinos me sorprenden para bien. Ese fue el caso de la capital chilena, que tiene un atractivo muy particular. Santiago es una ciudad cosmopolita, muy parecida a la escena porteña a la que ya estamos acostumbrados, pero con un condimento agregado: la vista maravillosa de los picos montañosos y esa magia que le da el estar atrapada entre la Cordillera de la Costa, el cordón de Chacabuco y la maravillosa Cordillera de los Andes. Esa fue una de las postales más lindas que me llevé de Chile, que de noche se ilumina y la vista desde arriba ofrece una imagen única, que arranca cuando empieza a caer el sol y los picos nevados van creando colores espectaculares.

Nos alojamos en un hotel de Las Condes por recomendación de un amigo. Es un barrio dentro de los que pueden ser considerados caros, pero hay mucho para hacer, incluso durante la noche cuando esta zona de oficinas termina sus horas laborales. A dos cuadras de nuestro hotel se encontraba el Costanera Center, un shopping que resulta un paseo obligado para todos los argentinos que cruzan la cordillera. Los precios en ropa y tecnología son muy buenos: al punto de que he visto gente embalando plasmas de 60 pulgadas, porque la diferencia realmente era mucha. Marcas como Forever 21 o H&M, que nos tienen acostumbrados a ropa de calidad media-baja por precios muy accesibles, tienen locales enormes que están bastante llenos de gente a toda hora. Alto Las Condes también está por ahí (serán unos 10 minutos en taxi), una variante para comprar un poco más lejos del centro de la ciudad.

Sin embargo, no hay que quedarse solo con eso de que Santiago de Chile es nada más que un tour de compras como nos quieren vender las agencias. Si bien los precios son buenos y un día puede perderse entre compras y vidrieras, les recomiendo que le dediquen más tiempo al paisaje y al atractivo natural que tiene la ciudad: calles prolijas, construcciones nuevas que se mezclan con veredas antiguas y angostas, todo atrapado entre montañas que pueden verse desde diferentes ángulos de la ciudad cuando vamos caminando a comer o de vuelta al hotel.

El subte de Santiago funciona muy bien y creo que es ideal para recorrer la ciudad. A pesar de tener poco tiempo, pudimos apreciar una amplia parte del centro. Con la línea de subte roja llegamos hasta la estación La Moneda, que justamente se encuentra a unos pasos de la Casa de la Moneda, con una estructura muy atractiva en el centro de la ciudad. Por esa zona, empezamos a caminar para el lado del río Mapocho, teniendo la oportunidad de ver las construcciones antiguas de la ciudad como el Mercado Central o la Iglesia de Santa Ana. También a poca distancia se encuentra el museo de Bellas Artes, otra buena opción para dedicarle unas cuantas horas. El centro de Santiago es enorme y hay mucho para recorrer. Si van con tiempo, es recomendable que le den un día o dos y busquen los puntos de interés, porque son muchos los museos y los edificios históricos que vale la pena conocer.

En cuanto a la comida, hay muchas opciones como en toda ciudad capital. Pueden encontrarse los bodegones típicos con platos abundantes y tradicionales, lugares más de moda y con precios más elevados, o incluso las franquicias baratas a las que estamos acostumbrados en todas las ciudades turísticas. Recomiendo los primeros, más que nada porque hay una variedad interesante de la comida local, no son caros y se come más que bien. La carbonada, las sopas de mariscos y otras variedades y las carnes son moneda corriente, y todo puede acompañarse con una cerveza local o un pisco sour. Hay muchos de estos restaurantes por la peatonal, pero también el Mercado Central es una opción si buscan una comida más regional. Un poco más lejos del centro, en el barrio de Las Condes, las opciones son otras: hay restaurantes que parecen más modernos y vanguardistas, donde el menú y los precios seguramente serán otros. Hay también muchas opciones de comida peruana y oriental. Nosotros nos quedamos con lo típico, un bodegón y otro lugar llamado Liguria, para combatir el frío con los suculentos platos regionales.

Si están con auto, aprovechen para recorrer los alrededores de la ciudad, que también son muy lindos. Las rutas y los paisajes son algo que se destaca de Chile, donde cada camino parece tener oculta una postal especial. El observatorio de Sky Costanera también da una vista de la ciudad única, que vale la pena llevarse. Y, ya que están por Santiago, una escapada a Viña del Mar o Valparaíso (unos 135 kilómetros por ruta desde la capital) siempre puede ser una buena idea.

Si están pensando en un paseo para las vacaciones de invierno, la capital chilena puede ser una buena opción. Pero no se queden sólo con las compras. Santiago de Chile es una ciudad que vale la pena conocer y fotografiar desde todos los ángulos.

Etiquetas: , , , , ,

Related Posts

Previous Post Next Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0 shares