Viajes multidestino: ¿cuántos días necesito?

Ah, qué dilema. Cuando tenemos un periodo de viaje acotado y queremos conocer muchos lugares. En especial, es una situación que siempre viví yendo a Europa: países y capitales increíbles, pequeños pueblos y lugares que parecen sacados de cuento, todo a un tren de distancia. A la hora de decidir cómo repartir los días dentro del recorrido, parece una tarea imposible. Después de varios viajes, muchas decisiones equivocadas y varias maratones por muchas ciudades, hay algunas cosas que me quedaron como enseñanza para otros destinos futuros.

Primero que nada, recuerden que en los viajes no sólo se debe conocer, sino también disfrutar. Yo soy de las personas que quisieran conocer todo y más, pero reconozco que algunas veces me ha jugado en contra. No corran. No intenten hacer todo. No vayan con los días minuciosamente contados para hacer cosas, porque siempre puede haber un factor externo que les haga perder tiempo. Nos ha pasado de tener trenes retrasados, vuelos cancelados, días de nevadas y de no poder salir y quedarnos sin hacer lo que queríamos por haber ido con los días justos. Si creen que van a necesitar más tiempo, posiblemente sea así. Entiendo que a veces tenemos vacaciones muy acotadas y muchas ganas de hacer todo lo que podamos porque no sabemos si vamos a volver, pero a veces uno se va de ciertos lugares con sabor a poco, con la sensación de que no conoció nada.

También creo que es importante tener en cuenta los lugares a los que vamos. En el caso de Europa o el Sudeste Asiático, que quizás es donde más sufrimos para repartir los días, hay que pensar un poco antes de fraccionar nuestras vacaciones. No es lo mismo una ciudad como Roma que una como lo es Como o incluso Milán. No nos va a llevar el mismo tiempo conocer Berlín que Liubliana. Más que una cuestión de atracciones y belleza, tiene que ver quizás con la superficie de las mismas. Por más eficiente que sea el transporte público, es muy cansador andar de un lado para el otro viajando, además de perdernos una de las cosas más bellas de viajar que es caminar por las ciudades. Piensen también en tomarse su tiempo para recorrer, no sólo para correr de una atracción a otra.

Si hay que hablar de días concretos, creo que para las grandes capitales no podemos dedicar menos de cuatro días. Obviamente, todo es relativo (¡todo!). Yo a Londres no le dedicaría menos de una semana, pero hay gente que cree que con tres o cuatro días está bien. Algunos te van a decir que vayas 2 días, otros que vayas 5, otros que ni vayas. Va en cada uno. Hay lugares que quizás tenemos más ganas de conocer, otros que no nos interesan tanto, algunos en los que sólo queremos pasar a ver determinadas cosas. Algo que siempre digo a la hora de armar un viaje y pedir consejos es que recuerden, siempre, esto: ustedes son los que viajan. No hay un itinerario perfecto universal. Va en cada uno averiguar qué cosas quiere hacer, qué culturas quiere disfrutar y cuántos días le puede llevar conocer todo lo que busca. Chequeen cuáles son las atracciones principales, fíjense cuáles les interesan y calculen más o menos cuánto les puede llevar conocerlas. Y no se olviden nunca de dejar un poco de tiempo para descansar, caminar y recorrer la ciudad sin el apuro de querer ir de un lado para el otro. En lo personal, creo que eso también es fundamental a la hora de armar un recorrido.

Otro consejo que puedo dar después de experiencias agotadoras, es que eviten quedarse sólo una noche en un lugar. Si quieren estar tranquilos, un mínimo de dos noches es lo ideal aunque el destino sea pequeño (a menos que sea algún lugar al que van de paso entre ciudades). Es muy agotador llegar, hacer check-in y salir al otro día. Incluso si quieren ir a conocer algún destino sin pasar la noche ahí (como es el caso de muchos viajeros que van a Pisa, a Cinque Terre, a Brujas o Gante, por decir algunos destinos), recomiendo hacer base en alguna ciudad cercana y viajar sin equipaje. No hay nada más cansador que andar cargando las valijas de acá para allá (y ni les digo si viajan en invierno, con el peso extra que implica llevar ropa de abrigo).

Hay que tener en cuenta también el clima del lugar a donde vamos y la época del año. Si es temporada de lluvias, tenemos que considerar que quizás haya días donde no podemos hacer determinadas actividades al aire libre. Si vamos en invierno, también debemos recordar que anochece mucho más temprano e incluso que muchas atracciones cierran antes. Si hay muchos museos o edificios históricos que queremos conocer en una ciudad y viajamos en temporada baja, quizás conviene agregar un día más de lo previsto para no andar corriendo. En épocas de verano, en ciertos lugares, hace mucho calor al mediodía y hay que tenerlo también en cuenta cuando vamos a recorrer.

Si viajamos en temporada alta, también hay que pensar en el factor humano. A veces, lo que esperamos que sea una visita de una o dos horas se duplica por las colas que tenemos que hacer para ingresar o para movernos. Esto también es para tener en cuenta a la hora de asignarle días a un lugar. Las grandes atracciones, por lo general, tienen largas filas en temporada alta. Obviamente, siempre hay gente que tiene suerte y hace todo rápido, pero está el riesgo de que nos salga, hablando mal y pronto, el tiro por la culata.

Otro tema son los vuelos internos, trenes, micros, que mucha gente no los considera a la hora de planificar la cantidad de días que se va a quedar en un lugar. Nuevamente hablando desde la experiencia, tengan en cuenta que si toman un vuelo van a tener que estar unas horas antes en el aeropuerto, van a tener que trasladarse hasta allá (que, por lo general, es un viajecito) y es probable que pierdan unas cuantas horas. Los trenes y los buses, si no son distancias cortas, también implican una pérdida de tiempo. Si pueden tomar algún servicio nocturno, es ideal para ahorrar tiempo y dinero, aunque algunos no sean muy fanáticos de dormir en movimiento. Esto es algo que deben averiguar antes de planificar sus días en cada lugar, ya que sino tienen que pensar que pueden perder todo el día viajando.

Como digo, no hay una fórmula perfecta para planificar cuántos días estar en cada lugar, y en muchos probablemente se queden con ganas de más (incluso después de haber estado semanas). Simplemente, con el tiempo que tenemos, tratar de ser pacientes y no querer conocerlo todo en un solo viaje. Pensar un poco a dónde vamos, cuándo y por qué, qué queremos ver y cuánto tiempo podemos perder en cada lugar. Pero sobre todo, acordarnos que vamos a disfrutar y no a correr una maratón. Lo más lindo de los viajes es caminar tranquilo por un lugar desconocido y disfrutar de estar ahí, no se olviden de eso.